Esta es la historia de un joven
que vivía sin reglas en su forma de pensar.
-Vivo entre los días más claros de
la humanidad.
-Y durante los sucesos más
perversos también.
-Tengo la valentía de ser cobarde
y la sabiduría de un ladrón.
-No me acongoja ni el más alto
sollozo de un hombre, peor mis propios miedos.
-La maldad y el orgullo son la
mezcla perfecta del otro yo.
-La bondad del hombre es piadosa
frente a sus ojos, pero cruel detrás de su espalda.
Así era el, un joven extremista
que disfrutaba los acontecimientos especiales y daba sentido a todo acto del
hombre, que desde su perspectiva se basaba en principios y leyes básicas de la
vida para comprender dichos eventos.
Era una mezcla atroz de un hombre
alegre y calmado en sus actos, pero con ideas muy volátiles y alocadas que a más
de uno erizo la piel.
Proveniente de una familia de
clase media-alta, manejaba un buen auto 4x4, que le fascinaba conducir en las
carreteras de la costa de su país.
Su madre muy atenta a su educación
y sus relaciones interpersonales, siempre estaba pendiente de su hijo, que por
cierto lo amaba a mas no poder al igual que el a su madre. Ayudaba en su casa, trabajaba en
la empresa de su madre como ayudante en la contabilidad y finanzas en el área de
recursos humanos.
Pensándolo bien, era un joven normal y corriente, con una
vida nada extremista, trabajaba por su familia y por lo suyo. No consumía
drogas o alucinógenos de ningún tipo, leía muchos libros, le encantaba escribir
y era un orador increíble.
Un Docente que conocía a este
joven desde el colegio. Siempre decía:
“Este chico es muy inteligente, y
le encanta la psicología del hombre, todos ustedes son sus conejillos de indias
porque el solo quiere analizar su reacción / comportamiento a una vagas ideas o
palabras que salen de su boca”
En la universidad formaba parte
del grupo de natación, ganando varias medallas en sus actuaciones. Era un icono entre sus
compañeros, un líder en cada grupo que comandaba, pero insensible para los demás.
Muchos de sus compañeros indicaban que le faltaba humanidad, que pensaba mucho
en leyes y principios pero que jamás ve
dentro de sí mismo y carece de esa chispa que conecta a cada ser humano en el
mundo.
Amaba a los animales, ayudaba
hasta más no poder en los centros de rescate, daba y pedía donaciones a sus allegados.
El gran pulso que tenía entre el cálculo,
la contabilidad y la escritura, lo llevo a escribir una columna en un periódico local en sus últimos semestres
como universitario.
Las primeras columnas hablaban
sobre la situación económica del país, factores como el PIB, la matriz
productiva, indicadores, leyes, entre otros. Los directivos mostraban fascinación
y admiración al trabajo de este joven que poco a poco se abrió paso como
escritor principal.
Ya maduro con ideas claras y con
la experiencia ganada en su vida como asistente contable de su madre, decidió
emprender un negocio de distribución de productos.
Todos en el pueblo lo conocían, leían
sus columnas, compraban sus productos, no lo odiaban más, dejo de lado esas
ideas locas que tenía, pero siempre estaba presente la razón en cada decisión que
tomaba. Su madre orgullosa por el gran camino que estaba trazando su hijo, veía
como cada vez más se parecía a su padre un hombre bondadoso que gozaba de la
vida, pero que lastimosamente el cáncer cobro su vida.
Recordando días pasados: El Joven
luego de la muerte de su padre, por causa de esta terrible enfermedad como lo
es el cáncer, se volvió un analista, pensaba en la razón antes de la emoción. Sentía
gran impotencia por la terrible perdida. Nadie en el pueblo conocía la historia
que vivió este joven desde muy pequeño ya que su madre decidió cambiar de lugar
de residencia.
El tiempo y su madre ayudaron a
reponer el alma de este joven, que lloraba en silencio, amaba con pasión a su
padre. Y solo quería ver arder el mundo al igual que el sentía su corazón
diariamente.
La madre fue su soporte y nunca
lo dejo solo.
El joven agradecido con su madre
nunca la dejo sola, siempre estuvo pendiente de ella. En sus sueños recordaba a su padre, sus
palabras sus enseñanzas.
Con el paso del tiempo, conoció
una chica francesa de nombre Samantha, era el amor de su vida.
Paso a paso la vida de este joven
era la sinergia perfecta entre amor y felicidad.
El y Samantha formaron una
familia, un pequeño niño nació del gran amor.
El, Samantha, el niño y La Madre
son una familia feliz.
“El amor de una madre lo puede
todo”.
Soy Johnny
Y te deseo un Excelente día.
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